El gobierno federal australiano ya está manos a la obra para aplicar una restricción de edad (Rating +18) a absolutamente todos los videojuegos que cuenten con juegos de casino y apuestas simuladas. Con esta medida se intenta alejar el acceso a los menores a este tipo de contenido.
Además de este cambio, también buscan modificar las reglas para variar la calificación a todos los juegos que cuenten con sistemas de cajas misteriosas de pago. Esta medida podría afectar a juegos con un alcance mundial, siendo FIFA el juego más popular que funciona con este sistema.
Según los estudios que han llevado a cabo, los adolescentes que acceden a estos juegos y gastan dinero en este tipo de contenido suelen desarrollar desórdenes de juego en un mayor número respecto a los que no acceden a estas características.
Este tipo de juegos en los que los usuarios pagan por fichas para conseguir cierto contenido ficticio se han puesto muy de moda, pero no han dejado de lado a los casinos tradicionales. Ahora hay una nueva tendencia, que se conoce como los “casinos sociales”.
La industria, que mueve miles de millones de dólares anuales, está dominada especialmente por las grandes empresas del sector de las apuestas y el juego.
Nick Fischer, consultor de Wesley Mission, considera ya a estos “casinos sociales” como la nueva era del juego.
“Hay un incremento en el número de personas que buscan ayuda por problemas con el juego, y gran parte de ellos han accedido a juegos en los que se simulan las apuestas”, indicó Fischer.
La edad media de los jugadores de estos casinos sociales se encuentra en torno a los 45 años, especialmente en máquinas tragamonedas y juegos similares al póker. Sin embargo, eso no significa que no haya jóvenes accediendo a este tipo de contenido. Según estudios, se apunta a que entre el 12 y 25 por ciento de los adolescentes han jugado en casinos sociales.
Mientras que en los casinos tradicionales los desarrolladores están obligados a ofrecer un retorno del 85% (el porcentaje del dinero que apuestan que debería volver al jugador), los casinos sociales tienen total impunidad para modificar esta cifra.
Aumentan los premios a costa de disminuir la probabilidad de ganar, haciendo que la victoria pueda parecer imposible.
“Dentro del grupo de participantes a los que se ha estudiado, hay quienes creen que pueden volverse buenos jugando a estos juegos, creyendo que sus habilidades mejoraron, y creían que tendrían beneficios si apostaban con dinero real en juegos de azar”.
Con los cambios que ha propuesto el comisionado federal, los juegos que tengan este tipo de contenido y estén basados puramente en los juegos de azar deberían estar calificados con un rating de madurez +15. Aquellos juegos que tengan una menor implicación de este tipo de contenido no necesitan una calificación de madurez tan alta.
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